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martes, 5 de abril de 2011

Plano de Barcelona

COMENTARIO DE LA CIUDAD DE BARCELONA.




La ciudad de Barcelona posee un emplazamiento privilegiado, ya que limita al norte y al oeste con la Cordillera litoral-catalana, al este con el mar Mediterráneo y en dirección sur conecta con el este y sureste peninsular. Por tanto, su situación es idónea para construir un enclave comercial que tenga un contacto directo con otros centros del Mediterráneo, puesto que está abierta al mar y cerrada por una cordillera montañosa que sirve de defensa natural.

            La parte más antigua que se observa es el casco antiguo, situado en los barrios de Ciutat Vella y el Raval, delimitado por la Ronda Sant Pere, la Ronda de la Universitat, la Ronda Sant Antoni, la Ronda Sant Pau y cerrada por el ramal sur del Paral.lel y los pasajes de Colón y Picasso.
            Este casco antiguo presenta una trama irregular, propia de la época medieval cristiana, pero compacta, propia del crecimiento urbano intramuros hasta la época moderna. La edificación también es compacta, y encontramos edificios importantes como la Catedral de Santa María del Pi, la Catedral del Mar, la Generalitat de Catalunya y el ayuntamiento, edificios típicos de la época medieval cristiana.
            En la actualidad, el casco antiguo de Barcelona presenta un uso comercial, ya que en la Rambla, la Via Layetana y la Plaça de la Generalitat albergan un gran número de comercios dedicados, principalmente, al turismo. También posee un uso administrativo y político, puesto que en él se encuentran los principales edificios de gobierno de la Generalitat. Es de suponer que se trata de un casco antiguo rehabilitado, aunque hay muchas casas y edificios que están en desuso y en un estado lamentable. Algunos están siendo reformados pero otros continúan en una situación precaria.

            En época moderna el crecimiento de la ciudad fue intramuros, como lo demuestra la calle que delimita el casco antiguo, la Gran Vía de les Corts Calanes, ya del siglo XIX. Es en esta época cuando se produce una gran expansión de la ciudad hacia el NE y el O gracias a la Revolución Industrial. En ella destacan dos grupos sociales, que son la burguesía, dueña de los negocios, bancos y fábricas textiles, y el proletariado, masa obrera mayoritariamente inmigrante que se trasladó a Barcelona y sus alrededores a mediados del siglo XIX para trabajar en la incipiente industria textil.
            Así, encontramos hasta tres zonas nuevas respecto a la época medieval. La primera es el ensanche, ideado por el arquitecto Ildefons Cerdà. Se sitúa en dirección oeste a partir de la Gran Vía de les Corts Catalanes. Delimita en el oeste por la Travessera de Gràcia, al sur por la Avinguda Josep Tarradellas y al norte por el Carrer de Felip II. Su centro neurálgico es el Passeig de Gràcia, donde se encuentran importantes edificios modernistas de finales del siglo XIX como la Casa Batlló y la Pedrera, ambas realizadas por Gaudí.
            El uso del ensanche es comercial y residencial, y el Passeig de Gràcia y la Rambla de Catalunya constituyen el centro de negocios de Barcelona. El ensanche está atravesado por la Avinguda de la Diagonal, creada por Cerdà para facilitar el tránsito en su interior.
            La trama del ensanche es compacta, al igual que su edificación, aunque en una primera fase predominaban las manzanas abiertas y los patios interiores.
            El barrio obrero del siglo XIX se sitúa junto a la estación de RENFE y cerca del puerto. Se trata del Barrio de la Barceloneta, aunque encontramos que se expande hacia el norte, hacia la zona del Poble Nou, dada la cantidad de inmigración que acogió la ciudad en época industrial (mediados y finales del siglo XIX) y en el éxodo rural de la década de 1960.
            Una tercera estructura de finales del siglo XIX la encontramos en el oeste de la ciudad, en las laderas de la cordillera. Se trata de barrios residenciales o barrios-jardín de época industrial que en el caso de Barcelona formaron colonias. La más famosa de ellas es la colonia Güell, ya que Gaudí edificó allí un complejo modernista de gran importancia artística.
           
             A mediados del siglo XX y especialmente en la década de 1960, la ciudad se expandió hacia los dos únicos sitios posibles, hacia el norte  y hacia  el sur. En el SO encontramos una buena muestra de ello en el estadio del FC Barcelona, edificado en un principio a las afueras de la ciudad pero que en la actualidad se encuentra rodeado por zonas residenciales.
           
            El último de los cambios visibles que sufrió la ciudad es la remodelación de las zonas obreras portuarias del siglo XIX con motivo de la acogida de los Juegos Olímpicos de 1992. Se observa en la creación de la Villa Olímpica, cerca de la Ciutadella y la Barceloneta o, en dirección sur, la creación del Estadi Olímpic de Montjuïc y el Palau de Sant Jordi.

            En conclusión, vemos como Barcelona es resultado de la buena situación y emplazamiento que presenta y del auge industrial de mediados del siglo XIX cuyo reflejo llega hasta la década de 1960. Es, por tanto, una ciudad creada en dos fases muy determinadas y distantes en el tiempo, que se ha situado como el principal centro poblacional, de negocios y turístico de España junto a la capital del estado, Madrid.